Pese a la condena interpuesta por la ONU, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un prometió nuevos lanzamientos de misiles sobre japón y aseguró que el disparo del pasado martes no era más que un “preludio”.
El régimen norcoreano reiteró su amenaza sobre las posiciones de EE.UU. en la región del Pacífico, al calificar su ensayo del martes como “primer paso de la operación militar” de su ejército y un “preludio significativo para mantener a raya a Guam”, por lo que seguirán con sus planes, debido a piensan que “hacen falta más ejercicios”.
Anteriormente el presidente estadounidense Donald Trump, respondió al líder norcoreano que si persistía con sus amenazas, Estados Unidos atacaría con una lluvia de “fuego e ira” contra Corea del Norte que prometió como revancha una salva de misiles cerca de Guam, territorio estadounidense del Pacífico donde viven 6,000 soldados norteamericanos y que alberga instalaciones estratégicas.
De acuerdo con diversas fuentes de información, con el lanzamiento del martes, Pyongyang sólo quiso demostrar que tiene capacidad de cumplir su promesa, por lo cual evitó lanzarlo con dirección a Guam. El misil recorrió unos 2.700 kilómetros hacia el noreste, mientras que la pequeña pero estratégica isla está a unos 3.000 hacia el sureste.
Por esta razón, a través de un comunicado, el Consejo de Seguridad de la ONU dijo que es “de vital importancia” que Corea del Norte tome medidas inmediatas y concretas para reducir las tensiones, además de exhortar a todos los estados que implementen las sanciones en contra de Pyongyang.
Cabe mencionar que Pekín y Moscú insisten por otro lado que las sanciones no harán cambiar la actitud de Corea del Norte y apuestan al diálogo para llegar a un entendimiento.