Reyna Briseño/El Nacional.
Las autoridades chinas han hallado los cuerpos sin vida de cuatro niños que habían sido abandonados por sus padres entre kilos de maíz y carne conservada en un pueblo del suroeste del país, informa hoy la agencia oficial Xinhua.
Los menores, de entre 5 y 13 años, fueron localizados sin vida el pasado martes en su casa en Bijie, en la provincia de Guizhou.
Según las primeras investigaciones, fallecieron a causa de una intoxicación después de ingerir algún tipo de pesticida.
Los niños, tres chicas y un chico, no estaban al cuidado de ningún adulto después de que sus padres emigraran a otra parte del país en busca de un trabajo mejor.
Sus abuelos paternos ya habían fallecido y los maternos eran demasiado mayores para encargarse de ellos tras la marcha primero de la madre, en marzo de 2014, y después del padre, hace dos meses.
Según las autoridades, los menores sobrevivieron comiendo maíz, pues vivían entre 500 kilogramos de ese cereal y 25 kilogramos de carne conservada en una casa de tres pisos.
El padre con quien las autoridades no han logrado contactar enviaba dinero a una cuenta bancaria a la que tenía acceso su hijo mayor de 13 años, según ha podido confirmar la Policía.
El caso vuelve a evidenciar los problemas que sufren los emigrantes rurales en China, según las autoridades, después de que en 2012 otros cinco niños vagabundos fueran encontrados muertos en un contenedor donde se habían refugiado del frío en este mismo pueblo.
Muchos padres se ven forzados a dejar a sus hijos atrás ante las restricciones que impone el Gobierno a la emigración interna, actualmente, de más de 260 millones de personas.
El sistema de registro en China, el llamado hukou, impide que los menores estudien en otro lugar que no sea su localidad de nacimiento, y les despoja del servicio sanitario.
Según un reciente estudio, la industrialización china ha dejado sin padres a uno de cada cuatro niños, en total, unos 61 millones de menores