Cándido Ríos Vázquez, reportero del Diario de Acayucan, en Veracruz, fue asesinado a balazos junto con otras dos personas frente a una gasolinera en el municipio de Hueyapan de Ocampo.
El comunicador se encontraba incorporado desde 2012 al Mecanismo para la Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación, pero no contaba con escoltas federales sino solo un teléfono satelital de alerta, confirmaron autoridades del estado.
Además, desde ese año recibía asesoría legal de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas por una demanda que presentó ante la procuraduría de la entidad por amenazas y agresiones que recibió de Gaspar Gómez, expresidente municipal de Hueyapan.
Primeros reportes indican que Ríos Vázquez se encontraba acompañado por Víctor Acrelio Alegría, exagente municipal; Andrés Grajales Montero, quien presuntamente era asistente del expolicía, y guardaespaldas del exagente, quienes platicaban a orillas de la carretera federal 180 Costera del Golfo, cuando fueron atacados a balazos.
Aunque el periodista fue hallado aún con vida por paramédicos, falleció cuando era atendido en el hospital. También murieron el ex policía y su supuesto asistente, mientras que el guardaespaldas del ex agente fue reportado grave.
En un comunicado, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas dio a conocer que desde hace cinco años Ríos Vázquez estaba incorporado al esquema de seguridad de la Segob.
Cándido era conocido como Pabuche y cubría la fuente policiaca para el grupo de diarios propiedad de la familia de Edel Álvarez Peña, presidente del Tribunal Superior de Justicia estatal.