El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien hace dos años dijo que si fuera electo no tomaría tiempo libre y que criticó a su predecesor Barack Obama por sus descansos, hoy inicio un periodo de “vacaciones de trabajo” de 17 días en sus campos de golf.
El mandatario estadounidense llegó a Bedminster, Nueva Jersey, alejándose de Washington, de los escándalos de la presunta injerencia de Rusia en las elecciones, y de las filtraciones de información de las que acusa a funciones de su gobierno.
También puso distancia tras fracasar en las negociaciones con sus propios aliados del Partido Republicano para lograr un acuerdo sobre la reforma al sistema de salud, antes de que el Congreso cerrara el jueves por un mes para sus vacaciones de verano.
La Casa Blanca justificó a Trump diciendo que serían “vacaciones de trabajo” y que eran debido a reparaciones programadas al sistema de aire acondicionado del ala oeste de la Casa Blanca durante el tórrido verano en Washington.
“El presidente continuará trabajando durante las próximas dos semanas”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters.
De acuerdo con medios locales, no es nuevo que un presidente tome tiempo libre en una etapa agitada, pero Trump es objeto de críticas debido a que él mismo fue un detractor del tiempo libre que tomaba el expresidente Barack Obama.
“El presidente Obama está a punto de embarcarse en unas vacaciones de 17 días en su nativo Hawai, poniendo el Servicio Secreto lejos de las familias en Navidad. Aloha!”, escribió Trump en diciembre de 2013.