La oficialista Delcy Rodríguez, la cual fue elegida como nueva presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana, convocó hoy a la primera sesión del “poder plenipotenciario” la cual se realizará mañana para dar inicio al proceso de reformación de la Constitución venezolana y reordené del Estado.
Rodríguez ordenó notificar a todos los poderes públicos del país de la instalación de los más de 500 asambleístas elegidos hace menos de una semana, que en su primera sesión actuarán en nombre del “poder originario del pueblo de Venezuela”.
“No crean que vamos a esperar semanas, meses, años, no. Desde mañana comenzamos a actuar desde esta Asamblea Nacional Constituyente (…) y a los que hacen guerra psicológica al pueblo les llegará la justicia”, dijo.
Desde el Salón Elíptico del Palacio Legislativo venezolano, Rodríguez indicó a los demás representantes que el objetivo de este proceso, que podría tardar un año, es “apartar” los impedimentos de la actual Carta Magna vigente.
“Vinimos a apartar del camino todos los obstáculos, todas las arbitrariedades dictatoriales que nos han impedido ejercer la validez material de nuestra Constitución”, dijo.
La nueva presidenta dijo en su discurso, que esta Asamblea logró “romper la fase más oscura de la dictadura que desde la derecha trataba de impedir el ejercicio de los venezolanos (…) para nuestro derecho al voto, para ejercer el derecho al libre tránsito, el derecho al trabajo, salud, vida”.
Señaló que en este nuevo foro, conformado solo por chavistas, “no hay exclusión” y añadió que “el mensaje de exclusión es de la derecha apátrida”.
En este sentido, acusó a la oposición de esparcir ideas falsas sobre lo que sucede en el país y señaló:
“En Venezuela no hay hambre, en Venezuela hay voluntad (…) aquí no hay crisis humanitaria, aquí hay amor”.
También apuntó que la nueva Carta Magna que surja de esta Constituyente será escrita por “el pueblo llano” y no por “expertos”.
El propio presidente Maduro y otros dirigentes del oficialismo han adelantado que la Constituyente trabajará para eliminar la inmunidad parlamentaria de los diputados e intervendrá la Fiscalía, cuya titular, Luisa Ortega Díaz, ha alertado de los tintes que considera totalitarios de este plan para cambiar el ordenamiento jurídico.