Redacción/ El Nacional


Empleados del ala oeste podrían ser sometidos a un detector de mentiras, tras la reciente filtración de llamadas realizadas por Donald Trump con Enrique Peña Nieto y el primer ministro de Australia, Malcom Turnbull, ambas en distintas ocasiones.

De acuerdo con las declaraciones de Kellyanne Conway, asesora del presidente estadounidense, algunos elementos que incorporan el equipo de trabajo de Trump podrían ser cuestionados por la difusión de datos que han sufrido últimamente.

La consejera aclaró que solamente un cierto número de personas tuvo acceso al contenido de llamadas, por lo cual sería muy sencillo dar con el o los responsables de estar difundiendo dicha información privada.

“Siempre he dicho que el ala oeste es un lugar pequeño, creo que es fácil identificar quien está filtrando la información, más de lo que los filtradores suponen”, expresó Conway durante una entrevista. 

Aunque no descartó la posibilidad de llegar a recurrir a un detector de mentiras si el caso lo a merita, si recalcó que las filtraciones de las llamadas son un riesgo a la seguridad nacional y dificultan las negociaciones que Trump tiene con los demás jefes de estado.

Por esta razón, este viernes el secretario de Justicia y el director de inteligencia nacional analizarán lo que el Departamento de Justicia califica como “filtraciones de material clasificado que amenazan la seguridad nacional”.