Redacción/ El Nacional
Graves problemas como jóvenes desaparecidos, embarazos producto de violaciones cometidas por responsables de albergues, recién nacidos entregados en adopción de manera irregular, han sido los detectados en los centros de asistencia de la organización Ciudad del Niño de Salamanca, fundados y manejados por el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías.
Vecinos, profesores, e incluso algunos de los alumnos que escaparon de la Ciudad del Niño y la Ciudad Juvenil – ambos manejados por el sacerdote – dieron testimonio de estas situaciones, por lo que el Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes (NIMA) exigirá a la Procuraduría General de la República (PGR) atraiga el caso.
Tanto NIMA como la Red de derechos de la infancia (Redim) han apuntado a la ineficacia y a una red de corrupción desde instancias oficiales, las cuales no procedían para frenar la situación, ni para investigar y sancionar a los responsables señalados por las propias víctimas, principalmente el sacerdote Pedro Gutiérrez y su colaborador, Martín Bermúdez, conocido como “El Castigador” y cuyas víctimas identifican como violador; además de un grupo de monjas.
Algunas entrevistas hechas por el NIMA relatan que hicieron denuncias a instituciones como el DIF y Protección a Niños, Niñas y Adolescentes sobre lo que ocurría con los menores y adolescentes en la Ciudad del Niño “y en cuanto mencionábamos el nombre nos colgaban y nunca nos volvía a contestar llamadas”.
Sobre la protección que ha permitido vivir en la impunidad durante años al sacerdote Gutiérrez Farías, el informe señala el caso de la Primera Dama de Guanajuato y actual presidenta del DIF, Ana Luisa Aguinaco Romero, quien fue adoptada precisamente en el mismo albergue de la Ciudad de los Niños por María Esther Romero Deschamps, hermana del líder sindical vitalicio de Pemex, Carlos Romero Deschamps: “Esta referencia sería exclusivamente personal si es que no existieran omisiones en la supervisión del albergue por parte de DIF Municipal, y habrá que verificar incluso, si ingresaba casos a dicho albergue”.
“Una de las personas que ejecuta los traslados cuando hay adolescentes embarazadas es Martín Bermúdez: (…) inclusive sabe que cambian a las niñas de un lado a otro para cuando van ustedes a investigar, ya sea con otras personas, el DIF, o cualquier cosa”
Otro testimonio refiere que el sacerdote realizaba reuniones en las cuales ofrecía a las adolescentes en prácticas de explotación sexual, señala NIMA, que de manera indirecta tuvo acceso al testimonio de una menor que escapó de la Ciudad del Niño, narró haber ocultado su embarazo para escapar, pero cuando salió y dio a luz, fue localizada y obligada a entregar a su hija “porque la niña era de la ‘Ciudad del Niño’”.
NIMA resaltó que “es notoria la falta de aplicación de la Ley de los derechos de niñas, niños y adolescentes para el estado, ya que no se otorgaron medidas de protección o medidas urgentes de manera oportuna, ni se establecieron planes de restitución de los derechos” de todos y cada uno de los menores albergados en la Ciudad del Niño y bajo la custodia del sacerdote Pedro Gutiérrez.