Soldados irquíes celebraron la expulsión de los milicianos del grupo extremista Estado Islamico (EI) de alguno de sus últimos refugios en Mosul, esto a pesar de que a unos cuantos metros se seguían registrando fuertes combates.
El teniente general Jassim Nizal, de la Novena División del Ejército, dijo que sus fuerzas habían logrado la victoria en el sector que tenían asignado, tras un anuncio similar hecho por la militarizada Policía Federal.
Los soldados bailaron al ritmo de música patriótica, mientras los ataques aéreos seguían provocando que se alzaran columnas de humo en las cercanías.
La reconquista de Mosul es la victoria más importante de Irak desde que el EI se apoderara de la ciudad en una ofensiva relámpago el 10 de junio del 2014, antes de hacerse con el control de grandes partes del corazón sunita del país.
Según cifras del Ministerio de Defensa, al menos 65 yihadistas del EI murieron en las últimas horas cuando intentaban escapar de la ciudad a través del río Tigris, que divide a la ciudad en dos.
La batalla por recuperar Mosul comenzó el 17 de octubre pasado, cuando el Ejército iraquí, con el apoyo de los kurdos, las milicias chiitas y la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.
La reconquista de Mosul no supone el fin de la guerra contra el EI, que aún controla algunas zonas en el país y territorios en el este y centro de Siria, donde su feudo Al Raqa es objeto de asedio por fuerzas también apoyadas por Estados Unidos.