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Redacción/ El Nacional

El uso de las células madres demostró su efectividad al tratar el autismo , un desorden que aparece en los primeros tres años de vida y que afecta el desarrollo cerebral normal de las habilidades sociales y de comunicación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el autismo afecta a 62 niños por cada diez mil, mientras que el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos reporta que uno de cada 68 niños en ese país tiene algún trastorno autista.
En relación a la población hispana, se estima que uno de cada 93 niños padece autismo, cifra que aumentó en el mundo 30 por ciento hasta 2014.
La Secretaría de Salud brinda en la actualidad atención médica en todas las instituciones públicas de México a cerca de 10 mil niños en condición de espectro autista.
Ante esta situación, la comunidad médica calificó como positivos y alentadores los resultados que obtuvieron diversas instituciones a nivel mundial, en protocolos clínicos con aplicación de células madre mesenquimales en pacientes con esta afección.
La investigación surgió a partir de que la Universidad de Carolina del Norte en la que se les inyectaban células madre del cordón umbilical a pacientes con parálisis cerebral, presentaron mejorías muy notorios en su estado.
En México, la Universidad Autónoma de Nuevo León desarrolla tratamientos con células madre para contrarrestar los efectos del espectro autista, los cuales dieron buenos resultados.
Las células madre utilizadas en el tratamiento del autismo tienen un efecto positivo en todos los órganos y sistemas del organismo, sin embargo, el objetivo principal del tratamiento es ayudar al funcionamiento del encéfalo.
Con el autismo las zonas del encéfalo responsables de la memoria, concentración, atención y lenguaje, están dañadas; las células madre mejoran la circulación de la sangre y el oxígeno en el encéfalo (mejorando la perfusión), remplazan las  neuronas dañadas y estimulan la formación de nuevos vasos.
Está demostrado que las células madre mesenquimales pueden mejorar el sistema inmune y detener la inflamación.
La estimulación de las células madre favorece la formación de nuevos vasos en los tejidos pobres en oxígeno, lo que conduce al aumento en la circulación sanguínea en los lóbulos frontales, así como en otras áreas del encéfalo.
El líder en crio-conservación de células madre de sangre de cordón umbilical Cryo-Cell de México informó en un comunicado que incorporó en abril un nuevo servicio para el procesamiento y almacenamiento de células mesenquimales que se obtienen del tejido de cordón umbilical.
La conservación de células madre, tanto de sangre como del tejido de cordón umbilical, representan el complemento ideal según Cryo-Cell para tener  acceso a diversos tratamientos médicos en caso de enfermedad de alguna persona.
Las células madre de la sangre de cordón umbilical (hematopoyéticas) se utilizan de manera eficiente en el tratamiento de más de 84 enfermedades de origen hematológico.
 

Mientras que el uso potencial de las células madre obtenidas de tejido de cordón umbilical (mesenquimales) abarca enfermedades del sistema nervioso, musculoesquelético, cardiaco y endocrino.
 

Además pueden emplearse para regenerar cartílago, hueso, tejido miocárdico, pancreático, neuronal, e incluso como adyuvante en el control de enfermedad injerto contra huésped en los trasplantes de médula ósea.