Redacción/ el Nacional


El incendio vivido el pasado día 14 en un edificio de Londres, que dejó 79 muertos o desaparecidos, empezó por un refrigerador defectuoso que ardió, confirmó la policía británica.

La superintendente Fiona McCormack, de la Policía Metropolitana de Londres, dijo que el revestimiento que tenía la torre Grenfell, al oeste de Londres, no cumplía con las pruebas adecuadas de seguridad.

El edificio, ubicado en el barrio de North Kensington y formado en su mayoría por apartamentos de protección oficial, en el que vivía entre 400 y 600 personas, se incendió con gran rapidez.

La responsable policial indicó que la nevera era del modelo Hotpoint FF175BP y no era un producto que hubiera estado sometido a una retirada del mercado por temor sobre su seguridad.

Según testigos, un residente había comentado a otros vecinos de la torre Grenfell que el fuego empezó por un problema con un enchufe.

Lo que se nos está diciendo en este momento (…) es que el revestimiento y el (material) de aislamiento no superaron todas las pruebas de seguridad”, agregó la superintendente.

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La primera ministra británica, Theresa May, informó ayer de que cada adulto que vivía en el edificio del oeste de Londres está recibiendo 500 libras (565 euros) en efectivo, aportaciones que los damnificados no tendrán que devolver al Gobierno.

Los afectados podrán, además, vivir en pisos similares en la misma zona de la capital británica, pero ninguno estará obligado a residir en un lugar que no quiera.

El Gobierno ha indicado que unos 100 edificios a diario son revisados en el Reino Unido, después de que los expertos indicarán que el fuego en la torre Grenfell se extendió rápidamente debido al revestimiento del inmueble.