José Luis Garay/El Nacional
De raíces puramente religiosas las pastorelas tienen un gran arraigo entre los mexicanos y aunque actualmente abundan cualquier cantidad de representaciones chuscas, dramáticas y hasta soeces, algunas de ellas realizadas por actores de renombre y que no tienen otro fin que divertir y hacer pasar un rato ameno a los asistentes, existen grupos que aún conservan y difunden estas prácticas con una fe que vale la pena voltear a verlos.
Es el caso de la familia Cortez, Medrano, Contreras y algunas otras, todas originarias de San Luis Potosí y con descendencia ya Nuevoleonesa, quienes con mucho respeto y devoción representan estas pastorelas. Ellos mismos nos comentan que tras salir de su natal Pocitos, San Luis Potosí en el año de 1972, siguieron con la tradición, inculcándola de padres a hijos durante tres generaciones, asegurando además llevarla a cualquier punto del área metropolitana de Monterrey sin costo alguno.
“Completamente gratis, solamente lo hacemos por buena voluntad y por la fe que tenemos, si una tasa de café nos dan eso es para nosotros un agradecimiento y no le cuesta ningún centavo a nadie, a nadie se le cobra nada,” mencionó el Señor Rogelio Cortez, de casi setenta años de edad, líder de esta agrupación, contrastando con su pequeño nieto Luis Enrique quien a sus siete años ya representa al arcángel San Gabriel.