fumar

Redacción/ El Nacional

A las ocho horas de fumar el último cigarro es cuando ya se empiezan a notar los beneficios para la salud que tiene abandonar este hábito ya que, tal y como ha explicado el neumólogo de MD Anderson Cáncer Center Madrid, Allan C. Sam, a partir de ese momento se reduce a la mitad el nivel de nicotina en sangre y se normalizan los niveles de oxígeno.

 

El experto ha recordado que en las primeras 24 horas se disminuye el riesgo de muerte súbita y se elimina el monóxido de carbono en sangre, mientras que en el primer y tercer mes se aumenta la capacidad física y, a partir de los primeros nueves meses, se consigue mejorar el drenaje bronquial y reducir las infecciones. Al año, prosigue, el riesgo de infarto disminuye en un 50 por ciento.

 

El tabaquismo es una enfermedad crónica y que requiere de un tratamiento específico que transciende el ámbito clínico y conecta con el emocional. “Sabemos que abandonar el tabaco resulta una decisión muy difícil porque, aunque existe una dependencia física generada por la nicotina, también existe una dependencia a nivel psicológico y emocional”.