El CEO de Uber, Travis Kalanick, se tomó un descanso por tiempo indefinido, luego de que la compañía contempla una reforma en su dirección y se enfrenta a acusaciones de sexismo y de acoso en la empresa.
Además de enfrentar cuestionamientos acerca del uso encubierto de programas de evasión de regulaciones y de tácticas aparentemente encaminadas a perturbar a rivales en el negocio del transporte compartido.
El pasado martes, la compañía informó que había despedido a 20 empleados, después de 215 personas se quejaran por acoso sexual y discriminación.
Asimismo el director técnico del grupo, Amit Singhal, fue forzado a renunciar tras ocultar las quejas por acoso sexual que le había dirigido Google, su empleador anterior, y otro funcionario, Jeff Jones, quien dejó su cargo en marzo, unos seis meses después de haber sido contratado por Uber, por desacuerdos sobre la estrategia del grupo.
En cuestión legal, el gobierno de Estados Unidos abrió una investigación penal contra Uber, bajo sospecha de haber utilizado un software para que sus conductores eviten ser detectados por las autoridades en las áreas donde sus coches no pueden trabajar.
Uber que comenzó en 2010, actualmente no cotiza en Bolsa pero está valorado en 70 mil millones de dólares, en base a la captación de fondos realizada entre los inversores.