Redacción/ El Nacional
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, anunció que la isla decidió convertirse en un nuevo estado de los Estados Unidos, en un referendo no vinculante efectuado en medio de una profunda crisis económica que ha causado la salida de puertorriqueños hacia territorio continental estadounidense.
Casi medio millón de votos apoyaron la unión, más de siete mil 600 a la libre asociación con independencia y casi seis mil 700 a la independencia, según resultados preliminares.
Debido a la poca actividad en las urnas, ya que apenas el 23 por ciento votaron de un total de 2.26 millones de electores registrados, los detractores pusieron en duda la validez de la votación, que varios partidos boicotearon.
A partir de hoy, el gobierno federal ya no podrá ignorar la voz de la mayoría de los ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico, declaró el gobernador Ricardo Rosselló, al anunciar la victoria.
“Sería altamente contradictorio que Washington exija democracia en otras partes del mundo y no responda al derecho legítimo de la autodeterminación ejercida hoy en el territorio estadounidense de Puerto Rico”, agregó.
Sin embargo, el Congreso Federal de Estados Unidos tiene la última palabra en cualquier cambio a la condición política de la isla.
El nivel de votación fue el más bajo desde 1967 en comparación con otros procesos electorales en Puerto Rico, según Carlos Vargas Ramos, del Centro de Estudios Puertorriqueños en la Universidad Hunter de Nueva York-
Señaló que incluso entre los electores que apoyan que la isla se convierta en estado de Estados Unidos, la afluencia fue menor este año en comparación con la consulta de 2012.
El referendo se efectuó en el 100° aniversario de la fecha en la que Estados Unidos concedió la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños, aunque no pueden votar para elegir presidente y solo tienen un representante legislativo con poderes de voto limitados.