Lester Bower Jr.

Agencias / El Nacional

Lester Bower Jr. asegura ser la misma persona amable que era hace 31 años cuando fue sentenciado a la pena de muerte en Texas: sin resentimientos ni enojo, y sin ser el culpable de matar a cuatro hombres.

“No pensaba que era una mala persona cuando llegué aquí, y pienso que eso no ha cambiado”, dijo Bower. “Soy un poco más sabio y un poco más viejo”.

Bower recibirá la inyección letal el miércoles en la tarde por la muerte a tiros de cuatro hombres en 1984 en un hangar localizado en un rancho a las afueras de Sherman, en el norte de Dallas.

El prisionero dice que estuvo ahí, pero que las personas estaban vivas y bien cuando él se fue. A los 67 años, es el prisionero de mayor edad que será ejecutado en Texas desde que el estado reinstauró la pena de muerte en 1982.

También será el segundo que más tiempo ha pasado en la cárcel antes de ser ejecutado. “Los 31 años no han sido divertidos”, dijo hace poco desde una pequeña celda en la prisión donde está. “Si ellos vienen y deciden ejecutarme, de alguna forma es casi una liberación”.

“Creo en un lugar mejor, lo lamento pero este no es un buen lugar”. Sus abogados han apelado ante la Corte Suprema, pero en marzo se negó a revisar su caso, aunque tres jueces –Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor– dijeron que hubieran anulado su pena de muerte.

El vendedor de químicos de Arlington fue arrestado y acusado de homicidio castigado con pena de muerte después de que los cuatro hombres fueron hallados muertos a tiros el 8 de octubre de 1983 en el rancho B&B.

Sus abogados dijeron que los jurados del condado Grayson no le dieron oportunidad de considerar que Bower no tenía antecedentes penales. También han dicho que la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito usó un estándar legal incorrecto cuando rechazó una apelación a favor de Bower hace una década.

AP