Más de 100 personas han muerto y casi 100 mil han sido evacuadas de Marawi, al sur de Filipinas, donde se viven los combates entre las Fuerzas Armadas filipinas y el último refugio de los yihadistas afines al Estado Islámico (EI) que asaltaron la ciudad.
El ejército sigue su avance en la población cuando se cumple una semana desde que rebeldes del Grupo Maute se levantaron en armas en la capital de Lanao, una provincia de la zona de mayoría musulmana de la isla de Mindanao, donde el gobierno ha decretado la ley marcial.
El recuento de muertos desde que hace una semana se iniciaron los enfrentamientos alcanza los 104 decesos; 19 civiles, 65 yihadistas y 17 militares y tres policías, según el computó oficial.
Los choques comenzaron el día 23 al fracasar una operación del Ejército filipino para capturar a Isnilon Hapilon, líder del grupo yihadista Abu Sayyaf, también vinculado al EI, y quien permanecía guarecido por miembros del Grupo Maute, en Marawi.
Desde entonces yihadistas y tropas han combatido a lo largo de la ciudad.
El Ejército, con el apoyo de ataques aéreos, trata de liquidar un grupo de aproximadamente 40 o 50 rebeldes, aunque el número podría ser mayor, que resiste en ciertas áreas de la población.
La mayoría de los 200 mil habitantes de la ciudad han huido a localidades cercanas en los últimos días y más de 40 mil han sido evacuados por los soldados y llevados a campamentos provisionales en los alrededores de Marawi, aunque al parecer unas dos mil personas se encuentran atrapadas entre el fuego cruzado.
Los soldados actúan al amparo de la ley marcial, declarada por el presidente Rodrigo Duterte en toda la región de Mindanao el mismo martes, al poco de desatarse el conflicto.