Redacción/ El Nacional


El Estado Islámico (EI) atacó la sede de la Radio Televisión Nacional de Afganistán (RTA) en la provincia oriental de Nangarhar, causando 10 muertes y 24 heridos, acción que confirma la capacidad del grupo yihadista tras haber sufrido varios golpes las últimas semanas.

Diez días después de que se anunciará la muerte del líder del EI en el país afgano, Abdul Hasib, y a un mes de que cayera un refugio del grupo insurgente, la denominada “madre de todas las bombas”, un yihadista se inmoló ante la sede de RTA, abriendo paso a tres de sus compañeros.

“En el ataque de hoy en el recinto de la televisión estuvieron involucrados cuatro atacantes, el primero un suicida- hizo detonar los explosivos que portaba en su chaleco a la entrada para permitir a los otros entrar a las instalaciones”, explicó el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.

75ad7f7efd8cdc20cd3a1696877aaf6be330634fEl ataque se prolongó durante cerca de tres horas, hasta que las fuerzas de seguridad afganas lograron abatir al último insurgente cerca de las 13:30 hora local.

A pesar de que la “mayoría” de los empleados del medio fueron evacuados “a tiempo”, el comando yihadista pudo acabar con la vida de dos técnicos, un conductor y un guardia de seguridad de RTA, además de infligir dos bajas a las tropas afganas, detalló Khogyanai.

Antes de morir, los atacantes hirieron a 24 personas, casi todas civiles, según un comunicado de la oficina del gobernador de Nangarhar.

jalabad

El Estado Islámico reivindicó la acción a través de un comunicado difundido por la agencia de noticias Amaq, vinculada a los terroristas.

Por su parte, RTA se afana en evitar cambios en su estructura y mantener su producción a pesar del atentado.

“La televisión pública es un bien público y este fue un ataque contra la gente del país, continuaremos nuestros servicios para la gente” de Afganistán, defendió el subdirector de la RTA, Muhammad Essa Arya.