Redacción/ El Nacional
El sacerdote Miguel Ángel Machorro que se encontraba de la Catedral Metropolitana, en la Ciudad de México, fue herido de gravedad con por lo menos tres puñaladas que le propinó un hombre que se acercó directamente y lo agredió.
Según testigos, tras la agresión, el cura cayó herido y empezó a pedir auxilio, lo que provocó que feligreses se acercaran, unos a brindarle a auxilio y otros a detener al agresor, quien en ese mismo momento fue entregado a elementos de la policía capitalina para ser trasladado ante la autoridad respectiva.
El sacerdote, fue trasladado en un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública local al Hospital Mocel para recibir atención médica.
Por su parte, la Arquidiócesis Primada de México, condenó “el brutal atentado” contra el clérigo y dijo que “gracias a Dios” logró librarse luego de ser tomado por el cuello, pero fue herido cerca del pulmón con el arma punzocortante.
Asimismo el agresor fue identificado como John Rock Schild, de aproximadamente 30 años, de acuerdo con la PGJ capitalina; el agresor fue detenido y el arma asegurada.
Al lugar acudieron peritos de la Procuraduría capitalina, quienes iniciaron la investigación para el esclarecimiento de los hechos.
Sacerdote en fuera de peligro, sigue en terapia intensiva
El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, aseveró que hasta la mañana de este martes, el sacerdote Miguel Ángel Machorro, está en terapia intensiva; asimismo dijo que la vida de Machorro no está en riesgo y por ahora está fuera de peligro, “aunque también al parecer tiene unas afectaciones muy serias cervicales porque esta persona le aplicó una especie de llave para neutralizarlo.
“El padre Miguel, bajó a bendecir a la gente con agua bendita y es ahí cuando él volteó para regresarse al altar cuando el sujeto lo detienen e intenta degollarlo. Cuando voltea lo toma del cuello y intentó degollarlo”, explicó Valdemar
Hugo Valdemar agregó que a pesar de que este sujeto intentó degollar al sacerdote Miguel Ángel Machorro, sí logró afectarle la vena principal del cuello y una herida muy grave cerca del pulmón, por lo que “prácticamente se nos muere ahí desangrado”.
Detalló que el sujeto, quien actuó con una frialdad impresionante, no ha declarado ser musulmán ni pertenecer a este movimiento islámico, además de que cuando lo detuvieron dijo que se reservaba su derecho a declarar, “entonces quiere decir que tampoco está tan loco que digamos”.