Edgar Martínez/ El Nacional
Damián Álvarez señaló la tarde de este martes que el equipo de Tigres se encuentra más que preparado para un posible clásico regiomontano en la fase de liguilla, por lo que la ‘sed de venganza’ está latente en los auriazules.
El “enano” aclaró que el plantel se encuentra con ansias de poder dar la campanada en el clásico regio, esto en todo caso que se de la oportunidad de nueva cuenta en la liguilla.
“Con la mentalidad de poder hacerlo y cortar con estas eliminaciones que hemos sufrido contra Rayados. En sí, queremos cortar con esto de las eliminaciones, siento que hay un score en contra para nosotros en ese aspecto, debemos pensar de que si toca la posibilidad de enfrentar a Rayados, no habrá otra alternativa más que seguir adelante en busca de nuestro bicampeonato”, aseguró.
Y es que en toda la historia de los torneos cortos, los felinos han caído en las cuatro ocasiones que se han medido ante los Rayados en fases finales, la más reciente hace casi un año en el Clausura 2016, aclarando también que existe otra eliminación de este rango, sólo que en el torneo de Copa MX.
Clausura 2003: Monterrey pasa al ganar el global 5-3 en etapa de semifinales, quedaría campeones al derrotar a Monarcas en la gran final.
Apertura 2005: Monterrey elimina una vez más a los Tigres al empatar a 2 en el global, pasando por mejor posición en la tabla, también en etapa de semifinales, perderían la final ante Toluca.
Clausura 2013: Los Rayados se imponen nuevamente ante los felinos tras ganar el global 2-1, pero ahora en la etapa de cuartos de final, serían eliminados por el América en la ronda de semifinales.
Apertura 2013 (Torneo de Copa MX): ‘La Pandilla’ vino de un 0-2 en contra y empató para mandar el encuentro a tanda de penales, en donde eliminó una vez más a su archirrival, accediendo a las semifinales, donde quedarían eliminados por el Monarcas.
Clausura 2016: Tigres vuelve caer por cuarta ocasión ante su acérrimo rival en la liguilla, siendo los cuartos de final la etapa donde quedarían fuera tras perder el global 4-3, en un polémico juego.