“LHS 1140b”, es el nombre de este exoplaneta que al parecer es idóneo para la búsqueda de vida fuera de nuestro sistema solar.
Este posible mundo habitable se encuentra a 40 años luz el cual podría ser “un punto azul pálido” como la Tierra vista desde el espacio.
Se trata de un planeta rocoso y templado que por sus características podría contener agua, este exoplaneta órbita a una estrella tipo M, una estrella enana roja fuera de nuestro sistema solar, algo más pequeña y menos luminosa que nuestro Sol pero de las más abundantes de la galaxia.
Esta “supertierra” se encuentra en la constelación de Cetus (la ballena o monstruo marino) teniendo un diámetro de unos 18 mil kilómetros, 1,4 veces más grande que nuestro planeta y con una masa siete veces mas grande.
Se estima que este planeta tenga un núcleo de hierro denso cubierto de rocas, misma composición que la Tierra. Además está 10 veces más cerca de su Sol a comparación de nuestro planeta y al ser tan tenue, la cantidad de radiación que llega es la mitad a comparación de la que recibe la Tierra.
Esto ha creado una posibilidad de que existan dos elementos indispensables, agua en sus estados sólido, líquido y gaseoso y también una atmósfera. Convirtiéndose en el candidato numero uno a ser un planeta como la Tierra.
Este hallazgo fue gracias a que los científicos lograron detectar cambios en la luz que se da cuando el exoplaneta pasa delante de la estrella, con un seguimiento y gracias a los instrumentos de MEarth-South se confirmó la presencia de la “supertierra” y poder saber más acerca de ella.
Todo depende de la composición atmosférica para saber si hay agua en este exoplaneta, además de sus campos magnéticos y otros factores, pero lo que investigadores aseguran es que cumple con los requisitos para albergar agua siendo una definición de “zona de habitabilidad”.
También se calcula que tiene al menos cinco mil millones de años siendo la misma edad que el Sol aunque aún no está muy claro este punto porque las estrellas tipo M pueden extender su reacción nuclear -combustión durante muchos más años que astros como el Sol, de modo que podría tratarse de un sistema bastante viejo, señaló Jason Dittman, investigador y coautor del trabajo.