A dos días de la posible gran marcha en su contra, el presidente venezolano, Nicolás maduro, recibió ayer el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas, ante lo que consideran una “coyuntura crucial” debido a los actos de violencia durante protestas opositoras, lo que considera una “agenda criminal” que amenaza la “paz y estabilidad” del país. Además se aprobó un plan para expandir a 500 mil los miembros de la Milicia Bolivariana.
“He aprobado (…) los planes para expandir la Milicia Nacional Bolivariana durante este año a 500 mil milicianos y garantizar a través de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) un fusil para cada uno”, dijo el mandatario en el marco del séptimo aniversario de la formación de la Milicia Bolivariana, cuerpo complementario de la FANB.
Maduro pidió “garantizar el entrenamiento de los milicianos, su despliegue permanente, su habilidad para manejar el sistema de armas”, para que estos puedan “defender su barrio, su territorio, su estado, las costas, los ríos, las selvas, las ciudades y los pueblos de Venezuela” de cualquier intervención.
El mandatario venezolano alertó sobre los posibles intentos de la oposición de promover una intervención, una “ofensiva feroz” que, afirmó, tiene varias razones, “pero la principal es de carácter geopolítico”.
El presidente venezolano destacó la importancia de la “lealtad”, especialmente de las Fuerzas Armadas en las circunstancias que vive el país.
Por su parte, el líder opositor Henrique Capriles dijo que el país no quiere fusiles sino alimentos y medicinas. “El esperpento (Maduro) anuncia un fusil para cada miliciano, está más desesperado que nunca”, señaló.
El diputados opositor Henry Ramos Allup indicó que los fusiles prometidos por Maduro no callarán al pueblo ni aminorarán el “rechazo de 85% de los venezolanos” a su gobierno.