Al menos 36 integrantes del Estado Islámico (EI) murieron por el ataque en el que Estados Unidos utilizó la bomba GBU-43, conocido por ser el proyectil no nuclear más potente del arsenal estadounidense, también destruyó una importante instalación del grupo terrorista, informó el Ministerio de Defensa afgano.
“36 miembros de grupos del EI murieron y una gran cantidad de munición y armas han sido destruidas en el bombardeo”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa en Afganistán, Muhammad Radmanish.
La bomba GBU-43, fue activada ayer a las 19:32 horas en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar con la aprobación del presidente estadounidense, Donald Trump.
Además, un importante refugio y tres escondites del EI han sido destruidos como consecuencia del impacto de la denominada “madre de todas las bombas”.
Las fuentes ministeriales afirman que en el bombardeo no se han producido víctimas civiles.
El pasado día 6 un portavoz de la misión “Apoyo Decidido” de la OTAN, el capitán Bill Salvi, aseguró que el EI será derrotado en el país asiático durante el próximo año y que el territorio afgano no se convertirá en un lugar “seguro” para los integrantes del EI.
Además, un importante refugio y tres escondites del EI han sido destruidos como consecuencia del impacto de la denominada “madre de todas las bombas”.
