Un juez federal de Canadá anuncio su renuncia tras generar el repudio de la ciudadanía canadiense, al preguntar a una víctima de un abuso sexual por qué no pudo mantener las “rodillas juntas”.
El Consejo Judicial Canadiense, solicitó el jueves al ministro de Justicia despedir al magistrado Robin Camp por sus comentarios, quien después emitió una declaración anunciado su deserción.
Camp presidió en 2014 un juicio en el que le dijo a una mujer, que entonces tenía 19 años, que el “dolor y el sexo algunas veces van juntos”.
La joven había denunciado su violación por un hombre de 29 años durante una fiesta en casa de unos amigos. El supuesto agresor la acorraló en el baño y, contra el lavabo, la penetró.
En la audiencia, el juez se mostró ostensiblemente desconfiado hacia la mujer y la humilló verbalmente. No sólo le recriminó en público, sino que insistió en que podría haber evitado el ataque simplemente “moviendo la pelvis o metiendo sus nalgas en el lavabo”.
Y también le preguntó a la víctima “¿por qué no pudiste simplemente mantener las rodillas?, como mecanismo de defensa del ataque”.
La víctima quedó en shock. “Me hizo odiarme a mí misma y sentirme como si fuera una prostituta”, dijo.
Tras la vista, el acusado fue absuelto y, aunque el caso fue recurrido, en enero pasado una corte confirmó la primera sentencia.
La víctima había intentado suicidarse y los comentarios de Camp habían desatado tal espiral de quejas y reclamaciones que el Consejo Judicial Canadiense se vio forzado a abrir una investigación. Por lo que ante la presión social el juez decidió renunciar por sí mismo.
“Me gustaría expresar mi sincera disculpa a todos los que resultaron heridos por mis comentarios”, dijo Camp en su renuncia.
Desde la creación del Consejo Judicial Canadiense, en 1971, sólo tres jueces han sido forzados a renunciar siguiendo las recomendaciones del comité.