woman applying eyedroppes, close up

Redacción/El Nacional

El síndrome de ojo seco, o síndrome de disfunción lagrima ocurre cuando existe una falta de producción de lágrimas, con los cambios hormonales o cuando hay una alteración de alguno de sus componentes.

Los ojos necesitan el lagrimeo para estar hidratados constantemente, lo que permite que sus estructuras puedan funcionar correctamente e incluso evitar la fricción entre el párpado y la superficie de la córnea.

Las condiciones que afectan la glándula lagrimal o sus conductos, incluyendo enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide, conllevan a una disminución de la secreción lagrimal y desarrollar la condición ojo seco.

Otras causas de la resequedad de ojos:

  • Ambiente o sitio de trabajo seco (con viento, aire acondicionado)
  • Exposición al sol
  • Tabaquismo o ser fumador pasivo
  • Medicamentos para el resfriado o las alergias
  • Calor o quemaduras químicas
  • Cirugía previa del ojo

Entre los síntomas que puede causar el “ojo seco”, se encuentran la visión borrosa, ardor, picazón, enrojecimiento en el ojo, sensación arenosa o abrasiva en los ojos e incluso sensibilidad a la luz.

Para prevenir este mal puedes seguir los siguientes tips:

  • Situarse correctamente ante el ordenador y descansar la vista de vez en cuando para que el ojo se relaje y la superficie ocular se recupere.
  • Tratar las enfermedades oculares correctamente para que no se produzcan secuelas como la sequedad. En ocasiones es conveniente prolongar el tratamiento más allá de cuando notamos los síntomas.
  • Seguir una dieta rica en omega 3 y baja en omega 6, pues cada vez hay más estudios que dan mayor importancia a una correcta nutrición en la prevención y tratamiento de la sequedad ocular. El equilibrio nutricional también es fundamental para el ojo.