Redacción/ El Nacional

El futbolista inglés Frank Lampard, jugador histórico con el Chelsea y de la selección inglesa y que actualmente jugaba en Estados Unidos, anunció retiro a los 38 años.

“Después de 21 años increíbles, he decidido que es el momento correcto para acabar mi carrera como futbolista profesional”, escribió Lampard en un mensaje en su cuenta en la red social de Instagram.

Lampard, que con el Chelsea ganó tres ligas, 1 Champions League, 1 Europa League y 4 copas de Inglaterra, jugaba actualmente en el New York City y se dedicará ahora a estudiar para convertirse en entrenador.

El jugador salió de la cantera del club londinense West Ham, en el que había jugado su padre, y donde estuvo entre 1995 y 2001 antes de fichar por el Chelsea, donde estuvo 13 años (2001-2014). Tras una temporada en el Manchester City (2014-2015), emprendió la aventura estadounidense, que da por concluida con su despedida.

“Estoy inmensamente orgulloso de los trofeos que he ganado, de haber representado a mi país unas 100 veces y de haber marcado más de 300 goles”, agregó Lampard, que como internacional disputó exactamente 106 partidos y disputó dos mundiales y dos Eurocopas.

“Gran parte de mi corazón pertenece al Chelsea, el club que me proporcionó tan gratos recuerdos. Nunca olvidaré la oportunidad que me dieron y el éxito que logramos conseguir juntos”, escribió en su nota de despedida.

Gran capacidad de Lampard

Lampard fue famoso por su gran capacidad goleadora, gracias a un fuerte disparo que practicaba incansablemente en los entrenamientos, y por su polivalencia, que le permitía jugar en todos los puestos del medio del campo, aunque su mejor rendimiento se daba en el centro de la línea.

Era un futbolista inusual por su pasión por los estudios y la lectura. Publicó su autobiografía en 2006, y es autor de la serie de libros infantiles “Frankie, y sus aventuras con su balón mágico”.

Entre los momentos más brillantes de su carrera está el penal que marcó en la prórroga ante el Liverpool para llevar al Chelsea a la final de la Champions League de 2008, seis días después de la muerte de su madre.

 

“Siempre quise ser un ganador, marcar goles. No me parece que hubiera una enorme valentía en la muerte de mi madre y jugar. Sólo quería marcar. Sé que me hubieran perdonado no chutarlo, pero hubiera vivido con la carga de haberlo eludido”, explicó sobre aquella pena máxima a uno de los rivales de aquel día, Jamie Carragher, que lo entrevistó para el diario Daily Mail hace apenas unas semanas.

También se recordará su ejercicio de maestría en el centro del campo en la final de la misma competición, en 2012, en la que los Blues ganaron el cetro ante el Bayern de Múnich en el estadio de los alemanes.

Aunque la llamada “generación dorada” de la que formaban parte David Beckham, Paul Scholes, los hermanos Neville o su pareja en el mediocampo, Steven Gerrard, no llevó a Inglaterra a lo más alto, sus clubes sí dominaron el fútbol europeo en la primera década del siglo.

Lampard ayudó al Chelsea a ganar su primera liga en 50 años, y fue uno de los protagonistas en el salto del club a la primera línea del fútbol mundial, bajo la batuta de José Mourinho y el dinero del multimillonario ruso Roman Abramovich.