Tras la detención y extradición de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, existe un vacío de poder en el Cartel de Sinaloa que ha producido una rebelión de la delincuencia común y organizada, a tal grado que en el gobierno de Quirino Ordaz Coppel en el estado de Sinaloa, ha registrado 86 ejecuciones a balazos, incluyendo un atentado contra el ex director de Policía Municipal donde murieron dos escoltas.
Con un promedio de 3.5 homicidios al día, la violencia forma parte de la vida de los sinaloenses. Algunos homicidios son derivados del re acomodo de mandos intermedios del Cartel de Sinaloa, mientras que otros son consecuencia de la disputa por los sectores del narcomenudeo y el robo de vehículos.
El nuevo gobierno de Ordaz Coppel ofreció seguridad a la población y para ellos designaron militares en la Secretaria de Seguridad Pública y en direcciones de Policía Ministerial y Municipales de Culiacán, Mazatlán y Los Mochis. Sin embargo la apreciación de la población es que no ha habido resultados concretos.
El General Genaro Robles Casillas, secretario de Seguridad Pública, aclaró que se trabaja en las corporaciones policíacas para mejorar los niveles de seguridad, pero lamentó que “el 95 por ciento de las llamadas que recibe el número de emergencia 911, son falsas, lo que obstaculiza un servicio oportuno a la ciudadanía”.
Señaló que pese a la percepción de la ciudadanía y el repunte “de algunos delitos de alto impacto” pareciera que no hay avance.