Dejando un poquito de lado los fabulosos encuentros de la NFL, en donde ya se conocen a los dos planteles que viajarán a Houston, vamos a regresarnos a lo nuestro, a lo habitual, a la cruda realidad, que son los equipos locales.
Y es que con tanta euforia de la NFL se nos olvidaba un poco que la Liga MX está en juego, y que los equipos locales andan viendo cómo sacar puntos en esta fecha tres del campeonato mexicano. Tigres regresando a la senda del triunfo y Monterrey dando pena.
América, el hijo de Tigres
Los felinos han traído de hijos a los azulcremas en liga, el año pasado los de Coapa no pudieron vencer en ninguno de los dos torneos a Tigres (Cla 2016 4-1 y Ape 2016 0-3) eso, aunado a la final ganada en el Universitario. Factores importantes para que Tigres sea el verdugo mayor del América.
Por otra parte, el duelo disputado el sábado pasado, pudimos notar a un cuadro de Tigres bastante futbolero, jugadas magistrales y los golazos de Zelayarán hicieron vibrar a los hinchas felinos. ¿Será que el campeón ha despertado? Mientras tanto, las águilas con esta derrota se posicionan en el último puesto de la general con cero puntos. Hecho que ha puesto a pensar a más de uno allá en Coapa en si seguir teniendo fe en Ricardo Antonio La Volpe.
No hay nada que reprocharle hasta el momento al campeón, quien desde la llegada del “Tuca” han tenido unos inicios de torneo bastante flojitos, pero que los cierres son demasiado prometedores.
Monterrey, el ¡híjo…le!
Así es, ¡híjole! con estos Rayados que desperdiciaron una buena oportunidad de subirse al puesto número uno de la tabla general de la MX.
Parece ser que a este equipo le gusta sufrir y sobretodo le gustan las burlas. Y es que “cruzazulear” ante el Cruz Azul si está como para Ripley.
Los pupilos del “Turco” se vieron superiores en la primera etapa del duelo, y ahora si fueron certeros, puesto que de dos disparos a gol, los dos fueron goles. Drolan y “Cracklitos” Sánchez, fueron los anotadores de las dianas rayadas, que fueron un tanto semi-amargas debido a la lesión del uruguayo en el segundo gol.
¿Pero qué pasó? Pues no se desmayó, se desconcentró. Sí, todo el equipo salió a dar patadas y a regalar prácticamente el encuentro. Tras la expulsión de Ayoví el plantel se vino abajo y los cementeros lo aprovecharon para empatar el partido, ¿Y qué creen? Si, al minuto 92 otra vez.