Redacción/El Nacional
Pésima noticia para el Rebaño Sagrado. Uno de sus hombres más importantes no podrá jugar más en lo que resta de la Liguilla. Carlos Salcido ha sufrido una lesión muscular que lo alejará de las canchas durante las próximas tres semanas. El Torneo Clausura 2015 ha terminado para el nacido en Ocotlán, Jalisco.
Al minuto 30 de duelo que terminó empatado 0-0 frente al Atlas, en la Ida de los Cuartos de Final, el futbolista tuvo que abandonar el campo, después de tenderse sobre el césped. Había hecho un buen partido. Era, hasta ese momento del duelo, el mejor elemento del Guadalajara.
De inmediato se temió que la lesión fuera de gravedad. Al salir del estadio, cojeando, el propio Salcido alcanzó a decir mientras avanzaba: “Es un desgarre, hermano”. El semblante dejaba al descubierto su preocupación. Y este viernes, después de ser sometido a una valoración del médico Rafael Ortega, se diagnosticó la ruptura fibrilar del músculo soleo de la pierna derecha.
“Tras hacerle una resonancia magnética, Carlos presenta una ruptura fibrilar en el músculo soleo de la pierna derecha, lo cual lo dejará fuera por aproximadamente tres semanas. La primera etapa será la de limitación de su proceso inflamatorio, la cual llevará unos cuatro o cinco días, posteriormente desarrollará una fase de estimulación de la cicatriz, para que en la segunda semana pueda realizar trabajo en el gimnasio y ya en la tercera pueda hacer ejercicios en cancha”, detalló el jefe de los servicios médicos de Chivas.
La baja es por demás significativa para el Guadalajara, que no podría recuperar al futbolista ni siquiera en el eventual caso de llegar a la gran Final. A lo largo del certamen, Carlos Salcido disputó 17 de los 18 partidos que hasta el momento ha jugado el Rebaño Sagrado, en los que acumuló 1,373 minutos.
Se trata de un futbolista que, por sus cualidades, puede ser utilizado como lateral izquierdo, defensa central o mediocampista de contención, puesto que había venido desempeñando la mayor parte del semestre, junto a Israel Castro, para convertirse en el equilibrio del equipo.