Redacción/ El Nacional

Cientos de personas se reunieron para brindar su último adiós a las víctimas que perecieron en la tragedia del mercado de San Pablito en Tultepec, donde las explosiones en cadena acabaron con 35 vidas humanas.

Más de la mitad de esos 35 fallecidos eran vendedores y productores de juguetería pirotécnica, los cuales fueron velados y enterrados. Al templo de los pirotécnicos, donde veneran a San Juan de Dios, patrono de los juegos artificiales, llegaron primero los féretros de Clara Desideria y Ángeles, una niña de 11 años, quienes murieron por quemaduras y ladrillos proyectados durante las detonaciones.

El llanto de familiares y amigos fue acompañado por música de mariachis y banda que siguió los cortejos fúnebres rumbo a los panteones de Xahuento y San Martín. La detonación de cohetes, como la despedida fúnebre dejó en silencio a la capital de la pirotecnia.

A diferencia de otras tragedias que ha vivido Tultepec, esta en especial será bastante dolorosa el momento de recordarla, debido a que en esta ocasión mujeres, entre ellas madres de familia, niñas, hermanas e hijas, perecieron en las detonaciones.