Una serie de críticas de parte del mundo del fútbol se desataron en contra de la decisión tomada en el primer gol del equipo de Kashima Antlers, debido a que se utilizó la tecnología para marcar un penal, pero en esa misma jugada, un jugador japonés se encontraba adelantado.
El máximo organismo rector del fútbol dio su reporte sobre el uso de la repetición para marcar la pena máxima, y argumentó que el futbolista adelantado no interfirió en la jugada, por lo tanto, no había infracción a la regla 11 del juego.
”El árbitro asistente había aplicado correctamente la técnica de esperar hasta ver cómo terminaba la jugada con respecto a la posible posición de fuera de juego del jugador objeto de la infracción. El fuera de juego nunca se había producido porque el jugador no había estado nunca en disposición de disputarle el balón al rival”.
Con esto, la FIFA calmó la polémica al respecto y con el ”libro en la mano” continuará con las pruebas en este Mundial de Clubes para despues, en 2017, poder ser aplicadas en las ligas del mundo.