Una explosión en la capilla de San Pedro, dentro del complejo de la Catedral de San Marcos, ubicada en El Cairo, Egipto dejó 25 muertos e hirió a otras 49 personas, en uno de los atentados más letales contra la minoría religiosa cristiana de este país.
Según las primeras indicaciones, el ataque no fue realizado por algún grupo terrorista. El Ministerio del Interior no difundió una versión oficial.
El templo es la sede de la iglesia cristiana ortodoxa egipcia y hogar de su líder espiritual, el papa Tawadros II, quien se encuentra en estos días en Grecia.
Las cifras de las víctimas fueron difundidas por la televisión estatal y el ministerio de Salud.
Uno de los testigos del suceso, Qelini Farag, de 80 años, explicó que el estallido tuvo lugar dentro de la iglesia, en la zona reservada para las mujeres, situada a la izquierda del altar. Un oficial de seguridad, dijo en condición de anonimato que la bomba fue lanzada por un desconocido dentro del templo.
La explosión se produjo hacia el final de la misa dominical en dicha capilla y coincidió con un feriado en Egipto que festeja el nacimiento del profeta Mahoma.
Se cree que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños
La explosión dejó bancos manchados de sangre y fragmentos de cristal repartidos por el suelo de la capilla, había hombres y mujeres llorando y lamentándose en la capilla.
“Encontré cuerpos, muchos de mujeres, tumbados en los bancos. Era una escena horrible”, dijo Attiya Mahrous, trabajador de la capilla y que acudió corriendo a la capilla cuando oyó la detonación.
Tras el ataque, varios centenares de egipcios, en su mayoría cristianos, se manifestaron frente al templo para protestar y exigir responsabilidades.
“Estamos aquí para saber cómo ha podido ocurrir, como ha podido explotar (una bomba) dentro de (el complejo de) la Catedral”, dijo Maikel Yamini, un cristiano de 29 años que participa en la improvisada protesta.
Los cristianos ortodoxos, suponen un 10 por ciento de los 90 millones de egipcios, constituyen la mayor comunidad cristiana de Oriente Medio.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, declaró tres días de luto por el suceso.
El dolor que sienten los egipcios no será en vano, sino que dará lugar a la decisión intransigente de cazar y llevar a juicio a quienes hayan ayudado a cometer mediante la incitación, la facilitación, la participación o la ejecución- este crimen atroz”, dijo el presidente, citado por un comunicado oficial.
La oficina presidencia describió dicho atentado como un acto de “terrorismo”.