Redacción/El Nacional

A unas semanas de que acabe el año, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) denunció que aún falta personal de custodia y las condiciones de los penales en Nuevo León no son las adecuadas para garantizar la seguridad.

A través de un comunicado, la CNDH dijo que los amotinamientos del 11 de febrero y 1 de junio pasados en el penal de Topo Chico, se debió a las condiciones de sobrepoblación, hacinamiento, autogobierno, inadecuada clasificación e insuficiencia de personal técnico y de seguridad y custodia en el centro de readaptación social.

La CNDH indicó que en el primer motín de este año, el penal contaba con apenas 49 elementos en servicio para una población de tres mil 984 internos; para el segundo evento la población era de tres mil 610 personas.

Cabe recordar que el primer amotinamiento se originó el 11 de febrero de 2016, en el cual fallecieron 49 internos y 34 más resultaron con lesiones; el segundo motín ocurrió el 1 de junio con un saldo de tres internos muertos y 21 heridos.

El organismo emitió una recomendación dirigida al Gobernador Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, para que atiendan las deficiencias señaladas y se desarrolle una estrategia penitenciaria que favorezca el pleno respeto de los derechos humanos y prevenir su vulneración.

También le pidió brindar atención tanatológica y psicológica a los familiares de los internos fallecidos en los hechos de los meses de febrero y junio de este año; que mientras se cuente con un nuevo centro de reclusión, se asignen recursos presupuestales, materiales y humanos para garantizar a los internos de Topo Chico una estancia digna y segura.

Asimismo, que las autoridades penitenciarias recobren el control total y la gobernabilidad en Topo Chico, que se realice la clasificación penitenciaria con base en los criterios establecidos en la normatividad nacional y en instrumentos internacionales, y que se atienda bajo una perspectiva de género a las mujeres presas y a sus hijos, “privilegiando el interés superior de la niñez”, mediante la construcción, ampliación y/o remodelación de un centro exclusivo para ellas.

La CNDH recomendó además dotar al Topo Chico de equipo y tecnología para la detección de sustancias y objetos prohibidos, asignar personal de seguridad y custodia en número suficiente y capacitado en derechos humanos y control de disturbios, riñas, motines y otros hechos violentos al interior del centro.

Finalmente pidió al Gobernador colaborar ampliamente con el organismo en el inicio de las quejas que promueva ante el Órgano Interno de Control, y la Contraloría y Transparencia Gubernamental de Nuevo León, para que en el marco de sus atribuciones investiguen la actuación de las autoridades penitenciarias.

Desde 2012, la CNDH alertó quien ejercía el control en las cárceles eran los grupos del crimen organizado y no las autoridades.

Según el organismo en el 2015, en el Topo Chico había una sobrepoblación de mujeres del 58.56 por ciento, de las cuales algunas reclusas cobran por el uso del teléfono, ingreso de visita familiar, alimentos, protección, asignación de estancia, para no cumplir una sanción y no realizar labores de limpieza.