Un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad Normal de Pekín (China), reveló que es dañino irse a dormir cuando la sangre “hierve” debido a razones neurológicas.
Los investigadores explicaron que existe evidencia de que las memorias emotivas son más difíciles de revertir después de una noche de sueño. Cuando se duerme muchas horas, la memoria se consolida y dificulta la supresión de emociones negativas asociadas a ciertas vivencias traumáticas.
Durante el sueño, el cerebro reorganiza la información adquirida durante las horas de vigilia, que se almacena en los canales de la memoria a largo plazo; ese mecanismos hace que la eliminación de recuerdos negativos, que es una capacidad crucial para la salud mental, sea más complicada cuando la memoria tiene tiempo de consolidarse durante el descanso.
Para llegar a esta conclusión, los autores del estudio realizaron una serie de pruebas cerca de un centenar de estudiantes universitarios. Primero, les mostraron una serie de rostros neutrales acompañados de imágenes desagradables: niños llorando, amputaciones, cadáveres entre otras cosas.
Después de que los estudiantes vincularan los dos estímulos, se les dividió en grupos con la tarea de borrar el recuerdo negativo. Para ello tuvieron que pensar activamente en las imágenes, y después dejar de hacerlo.
Cuando los estudiantes trataron de suprimir la relación entre un rostro y una emoción negativa, Yunzhe Liu y el equipo de investigadores detectó que aquellos que aseguraban haber descansado durante la noche tenían más problemas para olvidar las imágenes. Es decir, cuando el experimento se realizó 30 minutos después, los participantes fueron un 9% más propenso a borrar las imágenes de su cerebro. Por el contrario, cuando el experimento tuvo lugar 24 horas después del aprendizaje inicial y tras dormir toda la noche, los participantes eran solo un 3% más propensos a olvidar.
“La actividad del cerebro durante esa tarea muestra que los circuitos neuronales involucrados en la supresión de la memoria, que al principio se ubicaban en el hipocampo, mutaron hacia un patrón más distribuido a lo largo del córtex” después del sueño, señala el estudio citado por la agencia EFE. Según los investigadores, “ese cambio parece ser aquello que hace más difícil suprimir los recuerdos negativos”, señala el estudio.
Liu, explicó que los mecanismos que describe su estudio, podrá ayudar al desarrollo de tratamientos efectivos para condiciones como el estrés postraumatico.