Alejandro Santana/ El Nacional
Cuando un cerebro se encuentra en pleno desarrollo, y el consumo de alcohol comienza en esa eta, las secuelas que se pueden producir son acertadamente dañinas, pues se centran en las áreas controladoras de la memoria y el aprendizaje además de tocar los efectos de la conducta.
Dentro de una investigación se ha comprobado que un cerebro joven, a largo plazo puede sufrir de cambios orgánicos en áreas de la memoria.
Un profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad de Duke, Scott Swartzwelder, fue el encargado de llevar a cabo dicha investigación, trabajando de la mano con Mary-Louise Rischer, misma que explica el tiempo en que madura el cerebro.
“Ante la ley, una vez que las personas llegan a los 18 años se consideran adultos, pero el cerebro continúa madurando y mejorando hasta a mediados de los 20 años”, explicó Mary-Louise Rischer.
Dichos resultados fueron publicados en Alcoholism: Clinical & Experimental Research, mismos estudios fueron hechos a través de ratones pequeños suministrando alcohol en ellos para observar su comportamiento, una vez que se dejó de suministrar descansaron por un mes sin probar alcohol para que así llegaran a la edad adulta, y donde como reflejado en los humanos, se forma un deterioro.
Haciendo una comparación entre los ratones suministrados y los no suministrados, se observó un peor resultado en el funcionamiento región cerebral responsable de la memoria de los roedores consumidores de la dosis.
“A primera vista, se podría pensar que los animales serían más inteligentes, pero eso es lo contrario de lo que encontramos y de hecho tiene sentido, porque si se produce demasiada potenciación a largo plazo en uno de estos circuitos, hay un período de tiempo en donde no puedes producir más. El circuito está saturado, y el animal deja de aprender”, explicó Swartzwelder.
“Para que el aprendizaje sea eficiente, tu cerebro necesita un delicado equilibrio de excitación e inhibición; demasiado en cualquier dirección, los circuitos no funcionan de manera óptima”, agrego el investigador.
Es importante que los jóvenes tomen conciencia en que si toman en exceso en su etapa de desarrollo, las secuelas que se producirán tendrán un impacto un tanto duradero no solamente en la memoria sino también el algunas funciones cognitivas.