El director de la Oficina de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, anunció su renuncia al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtiendo que durante el proceso del nuevo presidente electo, Donald Trump, se vivirá un panorama de amenazas nunca antes visto.
“Voy a dejar el trabajo preocupado sobre el impacto de los llamados lobos solitarios y del extremismo violento doméstico”, dijo al Comité Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Explicó a la audiencia del comité que “Presenté anoche mi carta de renuncia” y que se sentía muy bien acerca de su decisión de abandonar el gobierno.
La de Clapper es la primera renuncia de alto cargo de seguridad del gobierno del presidente Barack Obama tras la victoria del republicano Trump en las pasadas elecciones
El cabecilla de la organización, aclaró que todavía le quedan 64 días de trabajo, hasta que concluya el mandato de Obama a principios de enero, por lo tanto no estará disponible el día que el gobierno de Trump asuma sus funciones, el 20 de enero.
“Tengo aún 64 días de trabajo, y sé que tendré serios problemas con mi esposa para cualquier cosa después de esa fecha”, comentó.
James Clapper, es un almirante retirado de 75 años de edad y con 50 años de experiencia en operaciones militares y de espionaje, maneja gran parte del aparato de inteligencia de Estados Unidos de más de 100 mil empleados, incluida la Agencia Central de Investigación (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Clapper fue elegido por Obama en 2010 para dirigir la Oficina de Inteligencia Nacional y ocupa el cargo desde agosto de ese año.
Antes fue director civil de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), tras retirarse como general de dos estrellas de la Fuerza Aérea en 1995 después de 32 años de carrera.
Fue ejecutivo de industrias durante seis años en tres compañías diferentes que el Pentágono describo como “enfocadas en la comunidad de inteligencia”.
Durante su carrera militar, cumplió misiones de combate en la guerra de Vietnam y participó en 73 millones de apoyo en Laos y Camboya.