Redacción/ El Nacional

Al ser elegido como presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Julio César Jiménez Castro pidió respeto para el Poder Judicial y dijo que pugnará porque el órgano tenga una verdadera independencia.

“Queremos un Poder Judicial independiente, con institucionalidad y fortaleza suficiente para impedir las intromisiones que pudieran provenir de órganos públicos y privados”, señaló.

En una polémica y dividida sesión del Pleno del TSJ, Jiménez Castro fue elegido por mayoría de votos como nuevo titular del Poder Judicial para un período de tres años. El magistrado, que el viernes fue nombrado presidente interino, obtuvo 14 votos a favor, así como 10 abstenciones, para ser ratificado en el cargo luego de una discusión de más de dos horas.

“Pugnaremos porque realmente el Poder Judicial tenga una verdadera independencia, para que de esa manera mantenga una relación sana y equilibrada con los demás Poderes”, dijo en entrevista.

El funcionario, que tiene 23 años de servició en el Tribunal, señaló que un Poder Judicial que carece de independencia propicia la desconfianza y genera inseguridad e incertidumbre jurídica.

“Todos los compañeros magistrados tuvieron oportunidad de participar, dar sus puntos de vista acerca de esta elección fundamental y creo que a todos se les brindó oportunidad de dar sus impresiones”, dijo Jiménez Castro.

Indicó que la sesión se llevó en orden y que dio los resultados que se esperaban, “porque todos coincidimos en que lo importante es sacar adelante el Poder Judicial”. Jiménez Castro asumió el viernes de manera interina la presidencia después de que el Congreso del Estado derogara a través de un decreto el período a cargo de Gabriel Humberto Sepúlveda y así mismo diera marcha atrás al examen para designación de los nuevos jueces.

En la sesión extraordinaria de ayer, celebrada en el salón de Plenos del Centro de Justicia, en un principio hubo una votación dividida para que se suspendiera la elección hasta en tanto se lograra un consenso.

Sin embargo no fructificó pues la sesión continuó al imponerse el voto de calidad de Jiménez Castro como presidente provisional.

Finalmente la elección se decidió en medio de acusaciones de violaciones a derechos humanos, inconstitucionalidad, invasión de poderes y falta del cumplimiento en las formas de citación, así como de legitimidad en la elección al no estar presentes dos magistrados.

En respuesta, la secretaria general provisional María Cristina Orozco informó que un día antes Fernando Mendoza Ruiz presentó su renuncia a ese cargo, le mostró el oficio de citación a Villegas Montes que le dejaron en su sala y que fue recibido por el personal a su cargo.

El juez de la Primera Sala Penal, Jorge Abraham Ramírez, cuestionó la reforma aprobada por el Congreso del Estado que destituyó a Sepúlveda Reyes de la presidencia, misma que calificó como “fulminante” por los tiempos y las formas que se siguieron.

Cuando la Secretaria General leyó el resultado, 14 votos a favor de la designación de Jiménez Castro contra 10 abstenciones, cuyos sufragios fueron mediante cédula depositada en un contenedor de cristal, el magistrado Julio César Jiménez Castro dijo que los votos depositados en blanco por ley se suman al resto, por lo que entonces por “unanimidad” se había elegido al nuevo presidente, provocando el aplauso de los funcionarios.