Ligados a las paredes de 188 barriles, así se encontraron cerca de 300 kilogramos de cocaína en una embarcación en el pacífico hacia Panamá, según informaron fuentes castrenses, esto para dificultar la detección a simple vista.
Los barriles, además fueron cargados con frutas para ser trasladados del Puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano, a Panamá, de ahí se moverían a Europa.
Los uniformados detuvieron la embarcación en el Pacífico proveniente de las costas del municipio de Satinga, en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
En la inspección de la mercancía detectaron una textura extraña en las paredes internas de los barriles, con un elemento parecido al caucho que se desprendía al ser frotado, lo que orientó a las autoridades para descubrir una mezcla de plástico y clorhidrato de cocaína.
Según las autoridades, el cargamento pertenecería al Clan del Golfo, que “tendría un emisor en Holanda y España, capaz de revertir el material del que fueron recubiertos los recipientes, mediante un complejo procedimiento químico”.