Un atentado de coche bomba mató a ocho personas y cerca de 100 personas resultaron heridas. Horas después las autoridades detuvieron a 12 miembros del partido pro-kurdos, incluyendo a los dos copresidentes del partido, Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag, los fiscales exigieron que los dos fueran arrestados formalmente para la espera de un juicio.
El primer ministro Binali Yildirim declaró que dos policías, un técnico y cinco civiles murieron en el ataque que fue perpetrado este viernes cerca de una comisaría en Diyarbakir, en el sureste de Turquía, y que de las casi 100 personas heridas sólo siete se encuentran en el hospital.
La explosión causó un gran cráter cerca del edificio y dañó otros edificios y negocios cercanos. Las imágenes en televisión mostraron a la gente caminando entre vidrios y otros escombros. Las autoridades impusieron un apagón temporal de noticias después de la explosión para evitar “miedo, pánico o caos” entre las personas.
Turquía ha sido plagada por una serie de ataques terroristas en los últimos 18 meses, en su mayoría realizados por militantes kurdos o grupos islámicos extremistas.