El representante especial de la ONU para una Educación Global, Gordon Brown, condenó enérgicamente el ataque perpetrado el 26 de octubre contra un complejo escolar en la provincia siria de Idlib.
“Es el ataque más grave de los 92 que se han perpetrado contra escuelas en Siria durante los dos últimos años”, dijo Brown en declaraciones a los periodistas en la sede de la ONU.
Según informaciones de prensa, al menos 35 civiles fallecieron en el poblado de Hass, la mayoría de ellos niños, y hubo más de 30 heridos. El ex primer ministro británico solicitó al Consejo de Seguridad que pida a la Fiscal de la Corte Penal Internacional realizar una investigación sobre lo que consideró “un crimen de guerra”.
El Secretario General de la ONU también se pronunció en un comunicado en los mismos términos, en otro momento de sus declaraciones, Brown anunció que el fondo “La educación no puede esperar” asignará 18 millones de dólares a la escolarización de menores dentro de Siria y que parte de ese dinero podría beneficiar a los niños de la provincia de Idlib.
Esa cifra se enmarca dentro de los aproximadamente 50 millones de dólares que el mencionado fondo destinará a ofrecer educación a más de 1,5 millones de niños que en la actualidad no asisten a la escuela.