Redacción/El Nacional

Gaetan Dugas, fue identificado entre 1970 y 1971, como el “paciente cero” de la propagación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Estados Unidos, a Dugas lo culparon, criticaron e incluso lo demonizaron, sin embargo, recientes estudios revelaron que todo fue un error.

Dugas, trabajaba como auxiliar en la aerolínea Air Canadá y era un homosexual que tras la epidemia del virus, reconoció haber tenido múltiples parejas, llegando a tener más de dos mil compañeros sexuales, a partir de ahí, la ciencia lo considero el “paciente 0”.

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Ahora, años después del fallecimiento de Dugas, un equipo internacional de investigadores encontró que el hombre fue sólo una de las miles de personas infectadas con el virus en Estados Unidos en la década de 1970 y que la ciudad de Nueva York, era entonces un centro crucial para la propagación del virus.

Los científicos,  analizaron miles de muestras de sangre, algunas de ellas con el VIH, almacenadas de pruebas de hepatitis en la década de 1970 y con un nuevo método desarrollado por la Universidad de Arizona reconstruyeron el código genético del virus; después de dos mil muestras, los investigadores obtuvieron ocho códigos genéticos completos del VIH.

Con esta información fue posible reconstruir el árbol del virus y rastrear cómo llegó a Estados Unidos, descubriendo que “las muestras contienen tanta diversidad genética que podían haberse originado a finales de 1970”, así lo informó el investigador Michael Worobey.

Después, los  científicos analizaron el código genético tomado del VIH, de la sangre de Dugas y lo compararon con las otras muestras comprobando que él no era “el padre de la epidemia”.

“Gaetan Dugas fue uno de los pacientes más demonizados de la historia y uno de una larga lista de individuos y grupos vilipendiados en la creencia de que alimentaron las epidemias”, detallaron.

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Además el estudio descubrió el papel de NY en la propagación del virus, cuyo origen se ha determinado en Kinsha, República Democrática del Congo en 1920 y a partir de ese año, se extendió al Caribe y a Estados Unidos.

“Del mismo modo que Kinshasa fue un punto de inflexión para el virus, Nueva York fue un punto de inflexión y actuó como centro desde el cual el virus se movió hacia la costa oeste y finalmente hacia Europa, Australia, Japón, América del Sur y otros lugares”, explicaron los especialistas.