Sharai Rocha/El Nacional
Al hablar de los niños que trabajan es importante señalar que existen dos tipos de trabajos que pueden desempeñan los niños y niñas, uno es el doméstico y otro el económico, cuando éstos tienden a realizar el trabajo económico, se dedican a la producción de bienes y servicios, y pueden recibir un pago o no.
El trabajo doméstico se refiere a las actividades que se realizan en casa como lavar, planchar, barrer, preparar la comida, etcétera que llevan a cabo niños y niñas en sus propios hogares sin recibir ningún pago.
Según estadísticas del INEGI, desde el año 2011, en México hay aproximadamente tres millones de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años que realizan alguna actividad económica, de los cuales 68 por ciento son hombres y 32 por ciento son mujeres.
Cabe destacar que los principales motivos por los cuales los niños y las niñas realizaron algún trabajo económico son: porque en el hogar necesitan de su trabajo, para pagar su escuela o sus propios gastos y/o para aprender un oficio.
El 44.1 por ciento de la población infantil que realiza actividades económicas no recibe un ingreso por ellas, seguidos por aquellos que reciben hasta un salario mínimo (28.3 por ciento) y solamente ocho por ciento perciben ingresos mayores a dos salarios mínimos.
Pero… ¿En que trabajan los niños?
En el campo, hogares particulares o como empleados domésticos; en fábricas elaborando productos tales como cerillas, fuegos artificiales y artículos de vidrio; en la calle como mendigos, lava coches, vendiendo periódico o chicles; en industrias que funcionan en espacios abiertos: hornos para ladrillos, minas, construcción; en bares, restaurantes y establecimientos turísticos ; en la explotación sexual; o como soldados.
De los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años que trabajan, 14 por ciento han tenido cansancio o agotamiento a consecuencia de su jornada laboral, el cuatro por ciento reportó haber sufrido un accidente o lesión en su trabajo. De los niños que en su trabajo cargan algún objeto pesado, el 25 por ciento mencionó haber sufrido dolores de espalda o musculares y el tres por ciento heridas, cortadas o fracturas.