Lula da Silva, ex presidente de Brasil, será juzgado por cargos de corrupción y lavado de dinero, determinó este día martes un magistrado en el país brasileño, sumando este percance a la caótica situación política local sufrida en la capital.
“Lula, la figura política más influyente de Brasil durante las últimas dos décadas y presidente entre el 2003 y el 2011, será juzgado por sospechas de aceptar 3.7 millones de reales (1.11 millones de dólares) en sobornos como parte del gigantesco escándalo de la petrolera local Petrobras”, informó Sergio Moro.
La decisión de Moro podría evitar que Lula protagonice un regreso político en la campaña para las elecciones presidenciales del 2018. También podría acabar con las esperanzas del Partido de los Trabajadores (PT) de volver al poder, o de hasta sobrevivir, según algunos expertos afirman.
Pese a enfrentar varias acusaciones de corrupción, recientes encuestas revelaron que Lula sigue siendo uno de los candidatos preferidos y más queridos del pueblo brasileño para el 2018.
Lula es acusado de tres cargos de corrupción, que conllevan a una sentencia de 16 años cada uno, y tres de lavado de dinero, con una posible condena de 10 años.