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Redacción/El Nacional
Seguramente tu o tu pareja tienen la fantasía de hacer el amor mientras uno de ustedes está amarrado a la cama, para así darle un toque más pícaro y divertido al encuentro.
Si ambos están de acuerdo esta práctica puede ser sumamente excitante para ambos y definitivamente un plus en su relación, a continuación te presentamos algunos tips para alcanzar el orgasmo con esta experiencia.
Primero que nada ¿Qué necesitas?
Para esta actividad puedes utilizar diversas herramientas que no son peligrosas como: cinturones, bufandas, mascadas, medias, corbatas, esposas (las puedes comprar en un sex shop).
Además debes saber que existen diferentes maneras, no se trata solo de amarrar y ya, el objetivo de esta práctica es que el encuentro sea placentero para ambos.
Manos y pies atados: Puedes atar las manos de tu pareja a la cabecera de la cama o los pies al final de la misma, con eso tendrás el control sobre su cuerpo.
También puedes atar manos y pies de pie, al clóset o un mueble (asegúrense que esté bien fijo, no queremos accidentes), esto puede ser con las manos abiertas o cerradas y las piernas abiertas o cerradas.
Con estas posiciones puedes practicar la penetración o una excelente sesión de sexo oral en la que la persona atada no tiene nada de control sobre lo que pasa en su cuerpo.
Otra variante que puedes intentar cuando tú seas la que estás sujeta es que lo intenten boca abajo o de espaldas. Esta posición le permite penetrarte desde atrás y tú tienes aún menos control sobre sus movimientos y puedes concentrar toda tu energía en alcanzar el orgasmo.

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A continuación te presentamos las mejores posiciones para tener sexo atados:
Ojos vendados: Si están listos para dar el siguiente paso pueden además vendar a su pareja para que no sepa nada de lo que está pasando hasta que ustedes lleguen a su cuerpo. Esto lo pueden hacer con manos atadas, pies atados o sin nada más que los ojos vendados. La sensación de expectación les dará horas de juego juntos.
Amarrado “clásico” 
Esta posición, si no la has practicado, la habrás visto en alguna película porno o algún programa de televisión. Consiste en ser amarrada por las cuatro extremidades (o al menos por los dos brazos) a los extremos de la cabecera de la cama. Esto le da un control total a tu pareja para que te penetre de misionero, recorra tu cuerpo con su lengua y te haga un sexo oral ¡para morirse!5
Amarrado desde arriba 
Esta postura es todavía más sexy que la anterior pues recuerda a una verdadera “prisionera sexual”. Busquen alguna lámpara o tubo en el techo que sea muy resistente y dile a tu hombre que te ate a ese objeto con los brazos estirados hacia arriba. Tu cuerpo puede descansar sobre la cama o podrías estar parada en el suelo de la habitación. Aquí la fantasía consiste en que tú estés vestida y él (tu captor) te vaya desnudando a su gusto mientras tú estás indefensa. Si quieren ponerle un poco más de picante al asunto, él puede rasgar tu ropa con las manos o con ayuda de unas tijeras.
Totalmente indefensa 
Esta postura es sólo para los más “intensos” ya que estarás un poco incómoda por la posición en que tu pareja deberá amarrarte. Aquí, tendrás que hincarte sobre la cama, flexionar tus piernas hacia arriba, pasar tus brazos detrás de tu espalda y unirlos a tus piernas. Tu hombre tendrá que amarrar tus cuatro extremidades juntas, de modo que quedes casi inmóvil y a su entera disposición. Literalmente, no podrás moverte casi nada, así que deberás confiar plenamente en él. ¿Qué te podrá hacer en esa posición? ¡Prácticamente lo que quiera! Recorrerte con sus manos, su lengua, penetrarte por delante (con la ventaja de que la posición de tu cuerpo hará que todo esté más “apretado”), hacerte sexo oral, pedirte que le hagas sexo oral… ¡lo que se les ocurra!

Recuerda que estas posiciones no son  sado masoquistas ni implican golpes o alguna clase de dolor, por ello debes hablar con tu pareja y nombrar una palabra de seguridad que podrá ser utilizada si alguno de los dos no está disfrutando del encuentro.