Redacciòn /El Nacional
Lucha sin tregua a los traficantes de personas, es lo que acordaron ayer los 28 líderes de la UE en la cumbre extraordinaria sobre inmigración. El objetivo es el de localizar y atacar los buques que utilizan las mafias en Libia para transportar inmigrantes hacia Europa. Pero todavía habrá que buscar el soporte legal para lanzar la operación civil y militar. La jefa de la diplomacia, Federica Mogherini, ha recibido el encargo de encontrar todas las opciones.
La propuesta italiana de bombardear con drones los barcos de los traficantes antes de que se internen en el Mediterráneo se topó ayer con varios obstáculos. El primero fueron las reservas de países como Alemania. La canciller Ángela Merkel advirtió del riesgo que supone para la población local lanzar ataques aéreos, aunque estos estén enfocados a objetivos muy concretos y localizados.
En segundo lugar, existen problemas de base legal. La UE debería solicitar el permiso del Gobierno libio para poder intervenir en el terreno. El problema es que no hay una autoridad nacional clara con la que contactar en un país sumido en el caos de una guerra civil. En esta situación, es el Consejo de Seguridad de la ONU quien debe dar luz verde a una operación de estas características. Rusia y China podrían bloquear el mandato si no están de acuerdo con la naturaleza de la operación.
La intervención militar terrestre queda descartada. Sí se baraja interceptar los barcos que salen de los puertos de Túnez y Egipto para recoger a los inmigrantes en Libia. Esto exigiría la colaboración de estos países.