Redacción/El Nacional
Más de 11 mil pequeños y medianos productores de leche que entregan su producto a la empresa LICONSA, corren el riesgo de que les cancelen la compra de este alimento destinado normalmente al Programa de Lucha contra el Hambre y a otros programas sociales para segmentos de población de escasos recursos económicos, señaló Álvaro González Muñoz, dirigente del Frente de Productores y Consumidores de Leche.
“Sentimos la amenaza de desaparecer como productores, añadió, debido al anuncio de la reducción de compras de leche fluida fresca por parte de LICONSA, en lo que resta del presente año, como resultado del recorte de 500 millones de pesos en el presupuesto federal de 2016”.
Esta decisión gubernamental, añadió, nos obligaría a tirar la leche al drenaje y lo que sigue sería enviar 50 mil vacas a los rastros para su sacrificio, en caso de que las instituciones del gobierno federal hagan caso omiso de este problema, el cual no sólo compete a los productores, sino a la falta de opciones y alternativas de solución de parte de la federación.
Explicó en entrevista que, si bien los productores mexicanos de leche han resistido de manera estoica etapas en las que hay escasez de leche en los mercados internacionales “y los precios se van a las nubes”, la oferta de los lecheros mexicanos ha estado presente para afrontar situaciones críticas de abasto y a precios convenientes para los consumidores. Casos similares se presentaron en 2013 y los primeros 6 meses de 2014, donde los productores nacionales favorecieron un ahorro de más de 3 mil millones de pesos al reducir el Gobierno y la industria sus importaciones.
Los desequilibrios económicos que ahora se cargan a los productores de leche, es por la falta de políticas de públicas, la nula planeación del sector económico en el sector de lácteos, y dejar al descubierto una economía de los productores bastante precaria y expuestos a buscar la forma de “vender pepitas”.
“Es preocupante para nosotros que unas dependencias del gobierno impulsen el repoblamiento de hatos lecheros para incrementar la producción, y otra frena estos proyectos al preferir comprarla en polvo, de mala calidad, en el extranjero, para cumplir compromisos comerciales”, dijo con pesar Álvaro González Muñoz.
Estos criterios “encontrados”, añadió, han provocado que en los últimos 15 años se hayan despoblado a nivel nacional más de 1.5 millones de vacas, que fueron sacrificadas, lo cual originó la pérdida de más de 75 mil empleos directos.
Hoy en día, más de 100 mil productores que consideramos que “nos la hemos jugado por México”, vivimos con la incertidumbre de que, por una coyuntura económica, no merezcamos un trato diferente por parte del gobierno mexicano y las industrias cabales.
En la actualidad LICONSA adquiere el 75% de leche nacional y 25% extranjera, lo cual es vital para el sector productivo de esta rama alimentaria, de manera que los productores mexicanos tenemos la confianza en el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, de que sectores como el de lácteos, debe ser excluido de los ajustes presupuestales y que LICONSA continúe recibiendo el producto nacional.
Requerimos que las instituciones federales, como Sagarpa y la Secretaría de Hacienda, junto con Economía, estrechen su coordinación para salvar a un sector que es muy necesario para el desarrollo de la sociedad mexicana.
Solicitamos que la comisión de Ganadería de la Cámara de diputados cite a comparecer al titular de la secretaría de Economía, para así saber de qué manera quedará integrada la cadena productiva del sector lácteo, al mismo tiempo, de igual forma pedimos al Congreso de la Unión no se recorte el presupuesto a la paraestatal Liconsa.
De manera similar, consideramos que es urgente la participación del
Congreso de la Unión y las representaciones que conforman la Comisión Nacional Ejecutiva de la Leche, para que exista un verdadero reconocimiento a los costos de producción, que consideramos se han venido quedando abajo por el aumento de precios de los granos.