no-debes-revisar-el-smartphone-de-tu-pareja

 

 

  • Las parejas generan nuevos conflictos por fotos y comentarios de amigos y ex-parejas en redes sociales.

 

  • El exceso de comunicación genera apegos afectivos y controladores tras la premisa de preocuparse por la seguridad del otro.

 

  • Ya no es necesario terminar una relación personalmente, esta puede acabarse mediante mensaje de texto, eliminación del facebook o blackberry, bloqueando whatsapp, mail,  correo de voz, etc.

 

  • Se puede enviar imágenes en tiempo real y rastrear satelitalmente el teléfono móvil de la pareja controlando así los lugares que frecuenta.

 

  • El concepto de intimidad ha mutado sobre exponiéndose ante los demás, hoy en día es posible saber qué comen las personas, qué lugares escogen como preferidos, cómo piensan y con qué personas se encuentran.

 

  • Las infidelidades se están presentando dentro del hogar y desde un computador, celular y chats en vivo.

 

  • Para muchas parejas la comunicación se vuelve más sencilla por chat o mensaje de texto, incluso dentro de la misma habitación.

 

  • Las parejas ya no se forman para durar toda la vida, al contrario, los matrimonios tienen fecha de vencimiento y duración limitada.

 

  • Se convierte en un arte descifrar contraseñas y asociar palabras para conseguir entrar en los espacios virtuales de la pareja.

 

  • Existen muchas dudas y la pareja no logra ponerse de acuerdo en si consideran infidelidad el tener chats sexuales o de simple filtreo (coqueteo) con otras personas, así no haya ningún tipo de contacto físico.

 

  • Se mantiene vigilada a la pareja por medio de sus fotos, estados, visibilidad y perfiles en redes sociales.

 

  • Hay conectividad constante con el trabajo por lo que la pareja trabaja una jornada más larga y esto juega en contra del tiempo en pareja.

 

  • Se reemplazaron los detalles escritos como cartas y notas de amor por mensajes de texto y chats.

 

  • Existen programas para hackear contraseñas de fácil acceso para quienes estudian profesiones afines a la ingeniería y los sistemas, y esto les permite rastrear el mundo virtual de la pareja.

 

  • Cuando hay peleas y discusiones al interior de la pareja no hay comunicación inmediata si no cambios de estado en redes sociales, cambios de fotos con mensajes diciente, pantallas negras e indiferencia.

 

  • Se descuidan ciertas actividades de pareja por exceso de ocupaciones, se le presta más atención a los mails, contactos y anuncios del teléfono que a la comunicación asertiva.

 

  • Adicciones como el juego, sexo, pornografía, entre otras, se potencian, exponen e intensifican con el acceso ilimitado a imágenes y medios que permiten interconectarse.

 

  • Las dinámicas sexuales cambian y se pueden mantener relaciones afectivas a larga distancia con imágenes en vivo.

 

  • El concepto de belleza se mide por estándares publicitarios que generan rechazo en la apariencia personal y falta de aceptación propia, queriendo igualar cannones sociales indeterminados.

 

  • Las crisis emocionales internas afloran en llamadas insistentes, mensajes repetidos con desesperación y en comportamientos exagerados.

 

  • La tecnología ha entrado como un enemigo silencioso a la vida de las parejas sacando a flote varios conflictos que reflejan inseguridades y falta de limites no comunicados o simplemente desechados por la cotidianidad de la relación.