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Redacción/El Nacional

18 guerrilleros de las  Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, murieron el jueves 21 de mayo en un bombardeo de las Fuerzas Militares en una zona selvática del suroeste de Colombia, en uno de los golpes más fuertes que sufre el grupo rebelde desde que se inició la negociación de paz en Cuba, informó el Ejército

El bombardeo se registró cerca del municipio de Guapí, en el departamento del Cauca, sobre la costa del país en el Pacífico, una región estratégica para el tráfico de drogas y de armas en donde la guerrilla tiene una fuerte presencia.
Después de que los aviones y helicópteros descargaron las bombas sobre un campamento de la insurgencia, se produjeron combates en la zona, dijeron fuentes militares.

En desarrollo de una ofensiva militar murieron 18 guerrilleros de las FARC, dijo a Reuters un oficial del Ejército Nacional. Las Fuerzas Militares no reportaron de inmediato bajas ni heridos entre sus tropas.

El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC mantienen desde más de dos años en La Habana una negociación de paz con la que se busca poner fin al conflicto interno de medio siglo, que ha dejado más de 220,000 muertos y millones de desplazados.

El diálogo de paz se desarrolla en medio de la confrontación, pese a que el Gobierno y la guerrilla buscan acuerdos para reducir la intensidad de las hostilidades.

El golpe a las FARC se produjo más de un mes después de que el grupo guerrillero rompió una tregua unilateral con un ataque en el que murieron 11 militares en una región montañosa del suroeste del país y que desmoronó la confianza que tenía en la negociación un sector de la población.

Después de ese ataque, Santos ordenó reanudar los bombardeos contra los campamentos de las FARC, que había suspendido en marzo para reducir la intensidad al conflicto y generar confianza en la negociación.

Aunque han sido debilitadas por más de una década de ofensiva militar en la que han muerto varios de sus comandantes, las FARC consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, aún tienen capacidad de realizar ataques de gran impacto contra la infraestructura económica y las Fuerzas Armadas.

Las partes, que continúan combatiendo en selvas y montañas, han logrado acuerdos sobre desminado, para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, facilitar la conversión de la guerrilla en un partido político y combatir el narcotráfico.

Pero aún quedan pendientes complejos temas como la compensación de las víctimas, el fin del conflicto y la aprobación de los acuerdos por parte de los ciudadanos con un mecanismo como el referendo.

El presidente Santos no descarta la posibilidad de pactar un cese bilateral del fuego con las FARC, que cuenta con unos 8,000 combatientes, antes de la firma de un acuerdo de paz, pese a que al comienzo de la negociación no lo contemplaba.