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Redacción/ El Nacional

Uno de cada cinco niños en  México trabajan para poder pagar la escuela, reveló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

A través de un comunicado, Isabel Crowley, representante de Unicef en México, exhortó a la educación gratuita para erradicar este flagelo.

En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se celebra este viernes, se unen la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Unicef y la Oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en México.

Según estimaciones más recientes en el mundo unos 168 millones de niños de cinco a 17 años de edad trabajan y 85 millones lo hacen en alguna de sus peores formas, como el trabajo peligroso.

Esta situación afecta a 2.5 millones de menores de 18 años de edad. En México 2,1 millones de pequeños no asisten a la escuela, cifra que representa el 7.2 por ciento de la población de cinco a 17 años de edad.

Además, la inasistencia escolar asciende al 40 por ciento para los niños y adolescentes que trabajan.

La primera causa por la que este grupo social deja de asistir al colegio, según la Unicef, es por la falta de interés o aptitud, vinculado a la calidad de la educación.

Estas organizaciones internacionales resaltaron la necesidad de que el sistema educativo ofrezca un seguimiento personalizado a los grupos más vulnerables, como las comunidades indígenas, discapacitados o migrantes.

La tasa de ocupación infantil y la inasistencia escolar en la nación aumentan con la edad: 1.4 por ciento (cinco y nueve años), 6.3 por ciento (10 y 13 años) y 20.3 por ciento (14 y 17 años).

El 32 por ciento de los menores indígenas monolingües no asisten a la escuela.

Dadas estas razones, las organizaciones de las Naciones Unidas instaron al país a prestar atención a la calidad de la educación secundaria y media superior y a la asistencia escolar hasta cumplir la mayoría de edad, tomando en cuenta los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Thomas Wissing, director de la OIT aquí, señaló que “el trabajo infantil afecta la salud y el desarrollo integral de niños y adolescentes, y su principal causa es la pobreza de los hogares”.

Mientras, Crowley expresó que la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por el país hace 25 años, establece el derecho “a estar protegido contra la explotación económica”.